La interacción de los campos electromagnéticos con la materia es objeto de estudio de la física desde el siglo XIX.
Durante la mayor parte de este período, las investigaciones realizadas supusieron que esas interacciones no afectaban el comportamiento del material biológico y, por lo tanto, no se investigó sobre sus posibles efectos sobre la salud humana y animal, especialmente en el caso de los campos electromagnéticos de bajas frecuencias.
Por pedido de una de las empresas distribuidoras de electricidad de nuestro país, realizamos una extensa revisión y un análisis crítico de los resultados obtenidos por investigadores de todo el mundo respecto de los efectos que producen los campos electromagnéticos sobre la salud humana. Este análisis nos permite concluir que, si bien no hay evidencia definitiva acerca de la existencia o no de riesgos para la salud relacionados con las antenas de comunicaciones, las situaciones de riesgo se podrían producir solo a corta distancia de ellas.